Recurrir a la cirugía estética, ya sea reconstructiva o plástica, parte de un planteamiento que constituye el resultado de una reflexión madura a través de la cual brillan las dudas, los complejos y la falta de autoestima, justificados o no, reforzados por los dictados estéticos que transmiten los medios de comunicación.
El sociopsicólogo Dr. Sélim Ben Abdallah habla sobre el tema.
Sélim Ben Abdallah, socio-psicólogo
¿Qué explica esta moda de la cirugía estética y qué importancia tiene?
La cirugía estética se ha desarrollado desde la Segunda Guerra Mundial, cuando consistía en reparar los daños físicos que sufrían los heridos de guerra. Al mismo tiempo, los avances de la medicina y la tecnología también han permitido la evolución de la cirugía estética.
Otra explicación de esta moda por los procedimientos de embellecimiento estético reside en el aumento del nivel de vida, que ha democratizado más o menos el acceso a los procedimientos estéticos, en el deseo de cada individuo de poder actuar sobre su imagen ante la sociedad y sobre su destino, en la mediatización, con “reality shows” por ejemplo, de la cirugía estética.
Más que nada, y en el origen de esta búsqueda de cambiar de aspecto, está la idea que uno tiene de sí mismo. Básicamente, querer cambiar de aspecto obedece a un problema de autoestima, a dificultades psicológicas subyacentes, ya que el aspecto no se corresponde con la imagen que se quiere reflejar. La apariencia es cada vez más importante hoy en día, en la medida en que la imagen es la relación primordial con el otro. A continuación, abordamos el aspecto sociocognitivo de la apariencia.
Algunas personas que padecen un defecto físico desde su infancia y que les ha inducido un complejo, comprometiendo su autoestima y sus relaciones con los demás, replegándose sobre sí mismas, ¿tienen derecho a recurrir a la cirugía estética o existen otras soluciones?
No hay una regla general, cada caso es único, pero en el caso de los adolescentes que inician un proceso para operarse, denota una falta de aceptación de la propia imagen, que se construye a partir de la idea que uno tiene de sí mismo y de la idea que los demás tienen de él. Si uno no encuentra su equilibrio a través de esta imagen, le resulta difícil aceptarse a sí mismo y se cuestiona. Estos factores pueden obstaculizar el desarrollo del adolescente. Una operación de cirugía estética no es necesariamente la solución a este problema básico, que debe tratarse primero psicológicamente, ya que una operación puede no dar el resultado esperado, o incluso empeorar el estado psicológico del paciente.
¿Qué influencia puede tener en el adolescente el respaldo de los medios de comunicación a los cánones de belleza actuales, sabiendo que puede distorsionar su autopercepción y dificultar su autorrealización?
Hoy vivimos en un mundo de imágenes en el que, con el desarrollo tecnológico, estamos sometidos a la dictadura de los cánones estéticos. Esto puede representar peligros, sobre todo en relación con una personalidad frágil como la del adolescente que intenta situarse en su entorno social y construir su personalidad. Esto puede ser un factor que altere sus hábitos alimentarios en la medida en que quieran ceñirse a un único modelo estético, y también puede alterar su autoestima.