Cambio de clima, de humor, de complexión… Pasar de una estación a otra no es nada fácil. Por si fuera poco, ¡las hojas están cayendo y el pelo también! Es suficiente para desanimarnos al comienzo del nuevo curso escolar. Todo es mejor en primavera y verano: tienes buen aspecto, tu humor es bueno e incluso tu pelo está mejor. Al igual que las plantas, crece mejor en los meses más cálidos porque los rayos del sol aumentan la secreción de hormonas. Pero cae más cuando volvemos a la escuela. Aunque esta caída sea temporal (entre 4 y 6 semanas), no es motivo para dejar que se asiente y esperar a que pase el dolor, sobre todo si tienes un cabello que tiende a disminuir de densidad. Los tratamientos capilares no actúan sobre la caída en sí porque el pelo que se cae ya lleva muerto varias semanas, sino sobre el rebrote, para que sea tan numeroso y sobre todo tan fuerte como el anterior. A veces, estas cotidianas caídas otoñales no son del todo inocentes. Algunos cabellos, si no reciben un buen “empujón” desde el exterior, pueden volver a crecer poco a poco más finos, haciendo que el cabello, año tras año, tenga menos volumen y sea más difícil de manejar. Para salir de dudas y marcar la diferencia entre una caída ocasional y una alteración duradera, acuda a un centro capilar que realizará un diagnóstico de su melena. Como todos los tejidos corporales, el cabello sólo debe su renovación al aporte de ciertos nutrientes que le son esenciales y específicos. Para desarrollarse correctamente, los folículos pilosos necesitan cinco componentes alimentarios: vitaminas del grupo B, proteínas, azufre, zinc y hierro. Se pueden añadir ácidos grasos esenciales y se recomienda una dieta basada en frutas, verduras/crudités y cereales, para aportar al cabello todos los nutrientes necesarios. La toma de suplementos dietéticos debe complementarse con un buen cuidado del cabello. Ya sea graso, seco, tenga caspa o no, debe lavarse con champús suaves sin detergentes. Recomiendo empezar con un champú limpiador suave, masajear suavemente el cuero cabelludo y, si necesita más, complementar con una mascarilla una o dos veces por semana, no más. El uso de complementos alimenticios está justificado cuando el folículo piloso persiste. En este caso, se puede optar por un tratamiento de complementos nutricionales para estimular el cabello y devolverle su forma y vigor. Sin embargo, si faltan el folículo, la papila y el tallo piloso, ningún producto puede regenerar el cabello. Debe considerarse un tratamiento más amplio.Complementos alimenticios para prevenir mejor las dolencias