Muchas mujeres se plantean el aumento de glúteos para conseguir unos glúteos bien formados después de perder peso. Para hacer realidad este sueño, la cirugía estética ofrece una amplia gama de técnicas a pacientes de todo el mundo, entre ellas los implantes de glúteos.
El aumento de glúteos con implantes de glúteos se combina a veces con un lifting de glúteos. Cuando se combina el aumento de glúteos con un lifting de glúteos, los cirujanos suelen eliminar el exceso de grasa y piel de los glúteos y la piel restante se recoloca para crear un aspecto más tonificado. Esto proporciona una elevación instantánea a la parte inferior del cuerpo.
Los implantes de glúteos combinados con un lifting de glúteos brasileño son una forma excelente de conseguir el aspecto más natural al tiempo que se remodelan los glúteos. Es importante saber que los implantes de glúteos rellenan muy bien los dos tercios superiores de las nalgas, pero no la parte inferior. Aquí es donde entra en juego el injerto de grasa (también llamado transferencia de grasa autóloga) para mejorar el resultado final.
El aumento de glúteos es una mejora garantizada del contorno, la forma y el tamaño que puede beneficiar al equilibrio de la figura.
El aumento de glúteos con implantes ofrece resultados duraderos y espectaculares. Las técnicas actuales son seguras y tienen una tasa de complicaciones muy baja. Sin embargo, para evitar sorpresas desagradables, es importante utilizar la técnica y el implante adecuados.
¿Qué es un implante de glúteos?
La cirugía de implantes de glúteos es un procedimiento muy popular. Los implantes están hechos de gel de silicona cohesivo e intentan dar a los glúteos la forma más redondeada posible.
Son más planos y resistentes que los implantes de silicona utilizados para el aumento mamario. Esta resistencia permite a la zona glútea soportar la presión que se produce al utilizar el músculo glúteo mayor al caminar, correr o saltar.
Los implantes de glúteos utilizados tienen forma ovalada o redonda. La elección se realiza en función de la forma de los glúteos y de los objetivos y expectativas de cada paciente. La mayoría de las mujeres eligen implantes redondos porque dan más proyección y redondean las curvas de los glúteos.
Sin embargo, para las mujeres con glúteos planos o caídos, la mejor técnica es utilizar implantes de forma ovalada. Este tipo de implante de glúteos evita la aparición de dobles contornos y evita que el resultado sea demasiado redondo y artificial.
Aunque los implantes de glúteos ofrecen resultados duraderos, es posible retirarlos.
¿Cómo se realiza la intervención?
El aumento de glúteos con implantes es una intervención invasiva que se realiza en un centro quirúrgico bajo anestesia general o local. Puede oscilar entre una hora y media y tres horas si se realizan más procedimientos complementarios.
Pueden dejarse drenajes para permitir que el exceso de líquido y sangre salga del cuerpo. Además, el paciente debe llevar una prenda de compresión de apoyo para evitar la inflamación y tensar la piel.
Durante la cirugía de aumento de glúteos, el cirujano coloca los implantes bajo el músculo glúteo mayor, de modo que no puedan verse desde el exterior. Realiza una incisión en el pliegue entre las dos nalgas, lo más abajo posible para que quede oculta.
El implante no podrá moverse y se obtendrán resultados naturales.
El cirujano también puede colocar el implante subcutáneamente para obtener un resultado más voluminoso.
El especialista puede realizar un pequeño injerto de grasa alrededor de los implantes para ayudar a suavizar los bordes. Esta cirugía de contorno corporal hace que el implante sea menos visible con resultados más naturales en comparación con los implantes solos.
¿Cómo es el postoperatorio?
Los implantes de glúteos no son para los débiles de corazón. Tras la intervención de aumento de glúteos, la paciente no debe sentarse ni tumbarse boca arriba durante tres semanas. Esto se prescribe para evitar la apertura de la incisión o el desplazamiento del implante de glúteos que podría causar asimetrías.
El seguimiento inmediato puede ser tan importante como la propia intervención quirúrgica. Por este motivo, el paciente debe comprometerse y seguir estas instrucciones durante el periodo de recuperación:
Durante los dos primeros días, debe descansar y tumbarse boca abajo.
Tienes que tumbarte boca abajo o de lado para dormir o ver la televisión. Sin embargo, los que sigan queriendo sentarse pueden hacerlo, pero sólo colocando una almohada blanda debajo de los músculos isquiotibiales para que la nalga quede suspendida en el aire sin presión en la zona, y esto a partir de la segunda semana.
De la segunda a la octava semana, el paciente sólo puede sentarse con una almohada en forma de donut para evitar la presión directa sobre la zona glútea.
Es aconsejable no subir y bajar las escaleras. También es importante evitar el ejercicio físico con los glúteos durante seis a ocho semanas.