La abdominoplastia es un procedimiento de cirugía estética que tensa los músculos y elimina la piel suelta y la grasa del abdomen para que parezca plano y tonificado.
Más comúnmente asociada al Mommy Makeover para recuperar la figura tras el embarazo, la abdominoplastia también se utiliza para ayudar a pacientes que han experimentado una pérdida de peso extrema en un corto periodo de tiempo.
Entre 2000 y 2014, el número de procedimientos de abdominoplastia rosa aumentó en un impresionante 87 por ciento, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos. Muchos de los procedimientos eran, sin duda, por razones estéticas, pero hay varios beneficios médicos que se obtienen después de cirugía reparadora de vientre.
Reducción del estrés
Después del parto vaginal, algunas mujeres pueden desarrollar incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), un problema de control de la vejiga asociado a pérdidas incontrolables causadas por la tos, los estornudos, el ejercicio o incluso la risa.
En la mayoría de los casos, la IUE se trata sin cirugía. Para las pacientes que necesitan más cuidados, varios estudios han indicado que un procedimiento de abdominoplastia estética puede ayudar a la recuperación, especialmente en pacientes que no han tenido una cesárea. Durante el procedimiento, se crea una ligera obstrucción de la vejiga utilizando tejido blando cerca de la zona pélvica, lo que reduce la incontinencia.
Vientre plano y mejor postura
Tras una pérdida de peso extrema o múltiples embarazos, los músculos del estómago pueden distenderse, y la dieta y el ejercicio no pueden ayudar. La abdominoplastia tensa quirúrgicamente los músculos débiles, al tiempo que elimina el exceso de piel y grasa, para aplanar el abdomen.
La debilidad de los músculos abdominales suele estar asociada a la lordosis, o balanceo hacia atrás. Tras una abdominoplastia, los pacientes pueden notar que su postura ha mejorado notablemente, gracias a unos músculos más tensos que sujetan la columna vertebral. El mejor apoyo y la mejor postura pueden tener el beneficio añadido de aliviar algunos tipos de dolor de espalda.
Corrección de la hernia ventral
Una hernia ventral se produce cuando el intestino o el tejido abdominal atraviesan la pared abdominal y forman una bolsa o saco. Hay varias causas posibles, entre ellas la debilidad abdominal causada por la pérdida de peso o por cirugías masivas como cesáreas o apendicectomías.
Los síntomas subyacentes que requieren la corrección de una hernia ventral son notablemente similares a los de la abdominoplastia. Ambas cirugías corrigen los músculos debilitados y la presión adnominal sobre la piel. Independientemente de la causa, ya sea el embarazo o el peso, una pared abdominal débil permitirá que se forme una hernia.
Una vez que se desarrolla una hernia abdominal, es muy fácil que vuelva a ocurrir. A menudo, su cirujano sopesará las ventajas de añadir un procedimiento de abdominoplastia a la reparación de la hernia para reforzar la pared abdominal y prevenir futuras apariciones. Combinar los procedimientos no sólo es seguro, sino muy práctico, ya que puede reducir los costes médicos y el tiempo de recuperación.
Riesgos y recompensas
Debido a su creciente popularidad, muchas personas creen que una abdominoplastia es un procedimiento sencillo. Es importante que los pacientes se den cuenta de que sigue siendo una operación importante, que requiere de una a una hora en el quirófano, bajo anestesia general.
Una abdominoplastia típica elimina hasta 5 kilos de grasa del estómago desconectando la piel del tejido subyacente, suturando el tejido abdominal y cortando la piel sobrante. La recuperación total puede llevar varias semanas y, como en cualquier otra intervención quirúrgica, existen riesgos de infección y otras complicaciones.
Dicho esto, los diversos beneficios médicos y estéticos de una abdominoplastia hacen que el procedimiento resulte atractivo para muchas personas. Los pacientes interesados deben hablar detalladamente de la intervención con su cirujano y revisar todos los consejos antes de decidir someterse a ella.