El envejecimiento del rostro se caracteriza por los siguientes síntomas:
- el cuelgamiento de la piel debido a la pérdida de elasticidad. esto, induce una pérdida de la forma “ovalada” del rostro
- el cambio de los volúmenes de la boca, los pómulos y los surcos faciales
- el degradación de la piel con aparición de pigmentos oscuros y líneas finas,
La flacidez o el exceso de piel se palia con procedimientos quirúrgicos como lifting para papada flácida, cuello o blefaroplastias para párpados. En cuanto a las arrugas y las líneas de expresión, es posible una inyección de relleno a nivel de los surcos, pero la solución más pertinente sigue siendo la colocación de implantes inyectables.
Inyecciones de productos reabsorbibles
El principio consiste en inyectar sustancias biodegradables bajo los surcos del rostro para levantarlos o bajo las arrugas para atenuarlas. Se trata de solutos a base de ácidos hialurónicos, colágenos, ácido poliláctico, etc. Por lo general, los tratamientos realizados dan un resultado satisfactorio y duradero. Las sustancias reabsorbibles pueden aplicarse a todo tipo de arrugas o cicatrices.
Productos inyectables no reabsorbibles
Se trata de implantes inyectables permanentes formados por elementos sintéticos a base de acrilamidas o metacrilatos. Contienen micropartículas biocompatibles y perfectamente armonizadas con la dermis. Es muy importante practicar correcciones vigilantes y progresivas, dada la irreversibilidad de los resultados.
Implantes sólidos no reabsorbibles
Se trata generalmente de material sintético que se inserta bajo la arruga para rellenar el surco. La colocación de los hilos (no confundir con los hilos tensores) requiere anestesia local. El resultado es duradero y puede completarse después. Menos sencillas de aplicar que los productos inyectables, estas prótesis ya apenas son utilizadas por los cirujanos.
¿Qué resultados y cómo mantenerlos?
La remodelación provocada por la inyección de elementos no reabsorbibles es persistente. Es obligatoria una revisión periódica cada dos años. En el caso de los productos reabsorbibles, el retorno es menos largo: de 6 a 12 meses de media, pero permiten dar un aspecto más fino y liso. Sin embargo, recientemente se han diseñado elementos voluminizadores reabsorbibles cuya característica es de 1 a 2 años.